El parque de naturaleza y animales Terra Natura Benidorm acaba de incorporar en sus instalaciones a una pareja de víboras cornudas (Protobothrops cornutus), que había sido incautada por las fuerzas de seguridad del Estado. Se trata de una especie de víbora venenosa de origen asiático. El equipo de herpetología del parque ha trasladado a esta pareja a su nuevo terrario para que pueda ser observada por el público visitante.
Esta pareja de víboras cornudas, a su llegada han sido sometidas a una estrecha supervisión por parte de los especialistas de Terra Natura Benidorm para controlar su adaptación y confirmar que se encontraban en perfecto estado de salud. Está previsto que esta especie forme parte dentro de unos meses del grupo de serpientes que participan en el estudio sobre venenos y antídotos, desarrollado por el Instituto de Biomedicina de Valencia (CSIC) y el National Natural Toxins Research Center de Texas (EEUU), con el que Terra Natura Benidorm colabora desde hace unos años.
El herpetólogo del parque se ha encargado de realizar un examen visual y también se ha realizado un análisis coprológico a ambos ejemplares para comprobar que no presentaban ningún problema de salud. Durante el examen visual se ha revisado que no tuvieran ninguna retención de muda, con el fin de asegurar que su piel presentaba un aspecto terso y estuviera bien hidratada, ya que estos signos denotan el buen estado de salud del ejemplar.
El terrario de las víboras cornudas ha sido diseñado cuidadosamente conforme a las condiciones climatológicas y ambientales que posee su ecosistema. Su instalación se ubicará en la zona de exposición permanente de criaturas venenosas, situada en el interior del volcán de Terra Natura Benidorm, que está compuesta por más de 40 especies diferentes de reptiles y ofidios, entre otras especies venenosas.
Llegada de otra pareja de serpientes
Por otro lado, también se ha recibido a una pareja de serpientes de la especie Pareas carinatus. Esta serpiente no es venenosa, y se alimenta exclusivamente de caracoles. De ahí que esta especie sea un vector natural para controlar plagas de caracoles en los entornos salvajes dónde suele habitar. Su actividad se desarrolla principalmente en horario nocturno.