La exposición permanente de criaturas venenosas del parque de naturaleza y animales Terra Natura Benidorm ha incorporado una colonia formada por chinches asesinos (Platymeris biguttatus). Estos insectos reciben este llamativo nombre debido a la forma en que se alimentan de sus presas. Los chinches se alimentan de otros insectos a los que inyectan su saliva cargada de toxinas y enzimas a través de su trompa. Las enzimas que inyectan licuan los tejidos de sus presas y los convierten en una especie de pulpa, que luego succionan para alimentarse.
Los chinches son poco agresivos y su veneno no es letal para el ser humano, aunque la picadura es dolorosa, ya que puede causar reacciones alérgicas y dejar muy resentida la zona afectada. Por ello, es preciso ser cuidadosos a la hora de manejar a estos insectos, que forman parte de la familia de los hemípteros y que son originarios del oeste de África.
El grupo de chinches habitará en el interior del volcán dentro de las cúpulas de artrópodos. Se trata de la primera vez que esta especie llega a Terra Natura Benidorm. Su incorporación a la muestra de criaturas venenosas tiene como objetivo ampliar la biodiversidad que hay en las instalaciones del parque. El terrario en el que habitarán contará con troncos, cortezas y sustratos para facilitarles escondrijos y refugios a los ejemplares más jóvenes, y evitar así que se produzca canibalismo entre los ejemplares mayores y los menores.
El terrario dispondrá de una adecuada ventilación para ajustarse a los parámetros de temperatura, humedad y luz correctos para esta especie africana. Cuando esta especie se siente amenazada, arroja por su trompa un líquido defensivo y disuasorio. Gracias a sus patas cubiertas de pelos sensibles se aferran fuertemente a las presas que van a comerse, aunque sean más grandes que ellos.
En África también son conocidos como insectos besadores, ya que suelen picar a los humanos en los labios o párpados durante la noche.