La empresa Greene Waste to Energy se ha sumado esta semana al hub tecnológico de Distrito Digital Comunidad Valenciana, un ecosistema formado por empresas con sede en la comunidad autónoma que realizan una clara apuesta por la innovación y la tecnología. Ambas organizaciones han firmado un acuerdo para Greene Waste to Energy, con sede en Elche, dedicada a la valorización energética de residuos a través de gasificación, se integre como partner en Distrito Digital y continúe su labor de atraer inversión y talento procedente de la nueva economía y de las empresas digitales.
Greene Waste To Energy es una empresa que ofrece al mercado una tecnología puntera que permite convertir los residuos en energía limpia y otros productos de alto valor añadido. La compañía, que nació en 2011 de la mano de cuatro emprendedores de Elche, cuenta hoy en día con el respaldo económico de Moira Capital, un fondo inversor que apuesta por compañías innovadoras que buscan emprender proyectos de alto crecimiento a medio y largo plazo, con un enfoque diferencial.
La tecnología de valorización energética de residuos de Greene se suma así al ecosistema de Distrito Digital, un organismo de la Generalitat Valenciana persigue transformar la Comunidad en una localización referente para la atracción y el establecimiento de empresas innovadoras y tecnológicas. Además, el objetivo de la organización es generar nuevo tejido empresarial que incremente la empleabilidad de personal cualificado; retener el talento que se genera, haciendo que sus profesionales tengan posibilidad de quedarse en nuestro entorno y ayuden al crecimiento, la mejora y la sostenibilidad de un nuevo impulso de modernización, así como apoyar el desarrollo de proyectos de innovación entre las empresas de Distrito Digital.
Para el CEO de Greene Waste to Energy, Juan José Hernández, “se trata de una oportunidad única para crear sinergias con otras empresas de base tecnológica”. Tal como explica Hernández, la empresa ofrece al mercado una tecnología madura, eficiente, a costes de inversión muy competitivos y que da respuesta a las necesidades de gestionar y eliminar residuos en diferentes áreas como son los residuos sólidos urbanos (RSU), residuos industriales, biomasas y fangos de tratamientos de aguas con costes de gestión del residuo y consumos energéticos (calor y electricidad) elevados que quieren reducir la dependencia del petróleo y sus derivados. Las plantas de Greene permiten eliminar los residuos y lograr la generación de energía, mejorando la RSC (responsabilidad social corporativa) de las organizaciones que lo implantan e impulsando la economía circular a un coste de inversión bajísimo y con riesgo mínimo.