La 33ª Muestra de Teatro Español de Autores Contemporáneos Guillermo Heras (MUTESAC) ha concluido una edición muy satisfactoria que ha vuelto a situar a Alicante como epicentro de la autoría teatral contemporánea más reciente. A lo largo de 10 días, el programa ha ofrecido 16 representaciones en 7 sedes de la ciudad (con dos estrenos absolutos) y ha registrado una media de ocupación del 73%, con siete funciones que han colgado el cartel de completo. La combinación de diversidad estética, actualidad temática y proximidad con el público ha confirmado el interés social por una oferta escénica viva, plural y de calidad.
El director artístico, Roberto García, ha subrayado “la amplia respuesta del público, con una significativa presencia de espectadores jóvenes”, así como “la cantidad y calidad de las acciones de mediación vinculadas a seis espectáculos, con la participación activa de grupos y colectivos ciudadanos”. Para García, el resultado “refuerza la vocación de la Muestra de acercar la autoría viva a la ciudadanía y de tejer puentes entre creación, pensamiento y territorio”.
El programa profesional, con las jornadas, el encuentro de traducción y los cursos de formación, ha permitido profundizar en los temas tratados, primando el tiempo de calidad en las sesiones de trabajo y el contacto humano entre los agentes invitados. “Este espacio compartido ha servido para contrastar miradas, impulsar colaboraciones y abrir vías de internacionalización, siempre desde el diálogo y la escucha”, ha apuntado García.
La edición ha destacado también por la importante presencia de propuestas locales como apoyo al sector escénico valenciano tras la DANA de 2024, ofreciendo un amplio muestrario de la potencia creativa desarrollada en la Comunitat Valenciana. “Era esencial mirar a nuestro alrededor y acompañar a un sector que no ha dejado de crear, incluso en la adversidad”, ha señalado el director.
Por último, la Muestra ha confirmado el acierto del lema general En carne viva. “No ha sido un adorno, sino la expresión de la esencia de todo lo visto y vivido: obras que interpelan el presente y convierten la experiencia, sus heridas y sus intuiciones, en teatro”, ha concluido Roberto García.


















